Bienvenidos
a este blog.
Soy Víctor Manuel Balda, aficionado desde mi
juventud a este oficio de escribir y que poco a poco se ha ido acrecentando con
el paso de los años. Lo supe desde el momento en que dejar de hacerlo me
producía desasosiego y una cierta angustia. Por eso escribo, para calmar la sed
que llevo dentro.
Debo admitir que la foto de portada no es
en absoluto casual. Es mi pequeño homenaje a la biblioteca de mi barrio, que
nos da la bienvenida a cuantos nos acercamos a ese espacio íntimo de encuentro
con las letras y el saber. Detrás de la persona que escribe hay siempre un
lector insatisfecho, porque lectura y escritura son las dos caras de una misma
moneda. Tratar de encontrar la frase
exacta, el tempo adecuado, el ritmo de la narración, es el empeño y la tarea
que me lleva a presentar este blog, en el que pretendo reflejar mi particular
mirada del mundo que me rodea. Una realidad que me condiciona porque formo
parte de ella y que me exige al mismo tiempo un esfuerzo para poder distinguir,
como diría el poeta, las voces de los ecos.
A veces siento terror ante la hoja en
blanco (o el Word), y me asaltan dudas acerca de la utilidad de lo que escribo.
Pero un impulso natural me lleva a seguir haciéndolo, siempre confiado en que
algún curioso indague en mis historias. Precisamente estas líneas van dirigidas
hacia esas personas que buscan ser sorprendidas por alguien no
perteneciente al selecto club de los llamados
autores “consagrados”.
Os invito a acompañarme en este viaje en
el que irán apareciendo algún reportaje, relatos cortos, crónicas, un pequeño
ensayo, y por supuesto retazos de vida en los que ficción y realidad se funden
sin poder discernir con claridad lo uno de lo otro.
Este espacio pretende ser también un lugar
de encuentro para exponer o sugerir otras lecturas que nos hayan llamado la
atención.
Cuento de antemano con vuestra
colaboración.
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